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miércoles, 21 de marzo de 2012

A los moriscos

Aprovechando una bajada exprés al Puerto a recoger a la enana que estaba en casa de los abuelos, he podido escaparme a pisar campo en pos de los moriscos. Como iba con el tiempo justo, quedé con el jefe en la salida del peaje para hacer un cambio de coche y desde allí llegar con suficiente antelación al campo.
 (a las 18:30 ya estamos cargando el rifle)
Por lo seco del terreno y lo "sucio" del suelo lo más inteligente es esperarlos con el "culo" y dejar que sea el campo quien se mueva. De camino al puesto descubrimos una piara de cochinetes que apuran el poco grano que han dejado las vacas seguramente bajo la vigilancia de la cochina desde el monte.
 (vista hacia abajo a la izquierda con el reguero)
Desde el puesto se vigila un reguero en el que corre el agua y una zona de monte que se ha rozado, predilección de este pequeño cérvido.
La luz poco a poco va desapareciendo y apenas se escucha algún ruido que no conseguimos identificar. A las 8 hemos decidido quitarnos aun a sabiendas de que tenemos algún bicho cerca por escuchar cada rato algún paso en la hojarasca.
 (ladera por la que el macho viejo bajaba y abajo el reguero por donde subió y se rascó el que vimos (en el lentisco del centro de la imagen)
Me ha parecido escuchar un bicho bajando a media falda, le digo al jefe que se prepare por la derecha que pero en ese momento veo cómo me señala con el dedo en el regato que teníamos justo debajo. Con los prismáticos identifico un corzo. El jefe ya lo tiene en la mira y me indica que le confirme que es el macho viejo que estábamos esperando. La primera impresión es de macho, pero no le veo mucha "leña". Se pone a frotarse con las ramas de un pequeño lentisco y le indico al jefe que no me parece grande (no le veo bien y eso que no estará a mas de 50m). Por señas me vuelve a preguntar si lo tira o no, y yo sigo dubitativo. Macho es seguro...pero no se! En un momento se me ha parecido una corza...Mientras el jefe me vuelve a preguntar con gestos me encojo de hombros en señal de que no lo tengo claro y en ese momento el corzo que debía de estar mirándonos pega un rabotazo y dos ladridos. Al instante le secunda otro por su izquierda, y otros tres por la falda de la derecha entre los cuales destaca uno por el tono seco y grave propio de un macho viejo. Me cago en la leche teníamos al macho grande a poco menos de 100m a nuestra derecha! Seguramente ese es al que escuché bajar por la laderita!! No nos han cogido el aire, pero poco a poco se marcha el concierto de ladridos a la volcada del cerro. Cuando pensamos que ya no pueden escucharnos nos volvemos al coche.
   - ¿Cómo puede haber en este canuto 5 corzos distintos??? Será posible!!
   - Pues menos mal que ha pegado la espantada, porque estaba por tirarlo! No se me ocurría que pudiese haber más de un macho aquí, y al haber visto los rascaderos el otro día estaba seguro de que tenía que tratarse de un corzo grande! pues por lo visto hay más de uno en esta zona.
   - ¿Repetimos por la mañana?
   - No se. Pongo el despertador y depende de como me levante te despierto o no.
   - Ok.

05:30h  el jefe se asoma a la habitación para preguntarme si estoy despierto y si nos vamos...Está preguntando a un convencido! Echamos los bártulos al coche y ponemos rumbo a la sierra de nuevo.
 (empezando a clarear con la luna de fondo)
A las 07:00 ya se adivina claridad y pasado un cuarto de hora ya estamos recechando. El aire viene parecido a ayer, así que vamos a intentar recechar unos rozados para terminar en el canuto donde nos ladraron ayer, a ver si los pillamos. Aunque el campo está muy seco con la humedad de la mañana y por las veredas de las vacas se anda de maravilla y sin apenas hacer ruido. Vamos revisando las zonas desmontadas y en un momento dado un ladrido a nuestra izquierda nos petrifica.
Un segundo ladrido nos ayuda a localizar la figura de un corzo que nos ha visto pero no sabe qué somos exactamente. Da un par de pasos y se queda mirándonos a través de una "ventana" del ramaje. El jefe lo observa a través del visor y de nuevo me pregunta qué hacer. Con los prismáticos, a unos 80m y con suficiente luz adivino la cuerna de un joven corzo que si bien no es tirable promete para el año que viene. Cojo la cámara y le hago un par de fotos, me intento acercar para hacerle una mejor pero pega tres brincos y se tapa.
 (foto desastre con la cámara en manual, pero ¿se adivina el corzo en el centro derecha?)
Aún estamos muy lejos de la zona de ayer, así que sin duda este es un tercero en discordia. Seguimos recechando, revisando cada abiertita entre el monte hasta que llegamos al canuto.
(cazando el canuto arriba revisando cada esquina y cada mata)
Por el camino que recorre la parte baja del barranco vamos subiendo a un metro por minuto escudriñando cada parte del rozado.  Llegamos hasta el final del mismo sin ver ni oír nada. Hoy los corzos no están aquí. O ayer se asustaron más de lo que habíamos calculado, o ya están encamados.

Antes de volver al coche revisamos unos rascaderos y unas camas en el rozado, y un ruidillo entre la hojarasca llama mi atención. Un pequeño individuo está también de caza por la zona. La fugaz figurilla de una comadreja aparece y desaparece entre las ramas secas del suelo. Ajusto la cámara y me acerco al personaje. Sale corriendo pero le lanzo una ráfaga. Esta sin duda ha sido la captura de hoy!
 (por fin conseguí hacerle una foto a este cazador)
Estamos de vuelta en casa pasadas las 10 y tras un par de tostadas y un cabezazo para coger fuerzas, cargamos el coche (esta vez con cunas y sillitas en vez de rifles y banquillos) y salimos para Madrid, han sido 24h aprovechadas!! jejeje La siguiente intentona habrá que hacérselas al corzo viejo en Semana Santa.

Hasta entonces!
A.U.L.C.

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