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viernes, 4 de mayo de 2012

Lo prometido es deuda

Nico es un tío de palabra, hoy me ha llegado esta crónica que esperaba con ganas desde hace unas semanas. Esperamos la siguiente de tierras Argentinas!
Muchas gracias Nico!

...Como te comenté en su día, me cogí un avión desde Londres a Jerez para realizar varias gestiones durante el fin de semana, entre ellas, una Montería de Corzos en la finca de “las Piñas” en “los Alcornocales”, sin duda alguna, la más importante de mis gestiones. 
Así que allí estoy, un viernes 16 de Marzo aterrizando a las 21:00hrs en Sevilla, mi padre como siempre, esperándome a la salida, un saludo y empezamos a comentar como puede desarrollarse la montería del día siguiente, el tiempo lo daban bueno, no iba a hacer mucho viento, algo que preocupaba mucho al estar tan cerca del estrecho ya que había muchos corzos, aunque los dos sabíamos que, ¿en qué montería te dicen que hay pocos “bichos”? Pues eso, aunque nunca esta de más hacerse ilusiones.

A la mañana siguiente, de camino a la venta donde habíamos quedado para desayunar y realizar el sorteo de los puestos, la tensión se palpaba nada más llegar, la mayoría de los que estaban allí presentes llevaban más de un mes sin pegar un solo tiro por lo que estaban ansiosos por llegar al puesto.  Realizan el sorteo y nos toca, el último puesto de la armada de cierre en mitad de un llano, lo cierto es que buena pinta para corzos, no tenía.

Una vez en el puesto, la verdad que era precioso, con vistas a la playa de Bolonia desde allí, tiraderos de hasta 250mts, con mejor pinta para montear venados y gamos que corzos. Comienza la Montería, nada más soltar los perros empiezan a escucharse tiros por todos lados, las ladras aún están muy lejos de donde nos encontramos nosotros y a lo largo de la primera hora no vemos absolutamente nada, los ánimos empiezan a crisparse, aún es pronto y no hay que desesperar. Nuestro primer visitante, a la hora y pico de no ver nada es una corza que pasa como una bala a unos 200mts del puesto, entre que diferencio si es un macho o una hembra podía haber disparado dos veces, me la encaro para ver si sería capaz de darle si se diese el caso de un macho, efectivamente es casi imposible darle a la velocidad que va y con lo pequeña que es y por supuesto sumándole lo “paquete” que soy, esperemos que el macho pase más cerca. Va transcurriendo la montería y seguimos viendo corzas, nos entra un venaete de ocho puntas, una vaca que se esconde en el monte que teníamos a unos 50mts por la detrás y nada más.

(el tiradero desde el puesto con el estrecho al fondo)

Con los cascos nuevos escucho que una ladra se acerca por delante del puesto, aún esta lejos pero con un poco de suerte viene hacia nosotros, en efecto, a unos 280m viene un corzo corriendo que se las pela y le veo “leña”, tiene que ser bueno si la he visto desde tan lejos, le digo al “Jefe” que se prepare, el corzo desaparece entre los arbustos que tenemos delante y de pronto lo diviso a unos 140mts entre dos arbustos parado, le señalo a mi padre donde está y sin pensárselo dos veces le tira, creemos que le ha pegado, desde los prismáticos me ha parecido que le ha dado en el pecho y con el salto que ha dado tiene toda la pinta. Más ganas no podemos tener de ir a comprobarlo pero moverse en ese tiroteo era algo de locos, la sonrisa no nos cabía en la cara ya que pensábamos que nos íbamos “bolos” de allí!

La montería está a punto de terminar cuando una ladra detrás nuestra en el monte viene hacia nosotros, mi padre me avisa para que me prepare y allí están, una collera, la hembra viene hacia nosotros y el macho se abre hacia el monte y justo antes de que se tape lo tiro viendo claramente como lo he fallado. Como es costumbre me pongo a “jurar en arameo” durante un rato, aparece un perro y se me queda en el puesto, me vio la cara y como si me hubiese leído el pensamiento se sube monte arriba por donde el corzo había escapado, empieza a ladrar, no creo que lo saque hacia nosotros, bastante casualidad que justo haya ido el perro en esa dirección, empieza a escucharse el crujir de las ramas y como algo se acerca, la verdad que es bastante ruidoso para ser un corzo. Aparece una vaca! La vaca que se había escondido allí durante toda la montería, mi padre me mira y se ríe y justo detrás de la vaca quién viene, el corzo como una bala, aviso a mi padre, lo ve pero demasiado tarde, me salgo del puesto rifle en mano esperando que saliese por el otro lado y aparece corriendo justo donde mi padre había tirado el otro corzo, no lo dudo un segundo y en cuanto lo tengo en la mira antes de que se tape lo tiro. Había unos 140mts por lo que siendo realistas las posibilidades de éxito eran escasas.

Finaliza la montería y voy hacia allí a ver si había “sonado la flauta”,  veo algo de sangre y un corzo a 15mts de donde habíamos tirado tanto el de mi padre como el mío. El corzo tiene un tiro trasero en el costado izquierdo a la altura de los riñones, lo cojo y me lo subo hasta el carril para enseñárselo a mi padre que enseguida se lo adjudica. Le explico que como iba a tener su corzo un tiro en los riñones y de lado a lado si él tiro el suyo de frente, no hay lugar a discusión, es suyo “y punto” en fin que le vamos a hacer, intento explicarme por todos los medios como era posible que su tiro le diese en el costado cuando yo había visto el corzo de frente, es cierto que era mucha suerte haberle dado al mío pero bueno. No puedo creérmelo así que vuelvo a bajarme al sitio y mi padre conmigo por si encontrásemos algún indicio de que hubiese otro, buscamos, buscamos y nada, me pongo con mi padre a explicarle de nuevo que era casi imposible que le hubiese dado al mío pero que él al suyo le había dado en el pecho, me da por mirar al suelo y qué veo, una gota de sangre seca en la piedra, se la señalo a mi padre, estábamos como a 20mts de donde habíamos tirado los corzos y como a 10mts de donde había encontrado el otro, empezamos a buscar gota por gota, casi no daba sangre, las gotas nos separan unos 25mts más hasta un arbusto enorme.
(el autor con la preciosa collera de moriscos)

Me meto en el arbusto y allí está, el corzo muerto, un corzo precioso, bastante mejor que el otro, en ese momento grito, aquí está el mío!! y mi padre me mira y me dice, “¿dónde tiene el tiro Nicolás?” le contesto que lo tiene en el pecho y dice “ves, este es el mío”,
(donde tiene el tiro Nicolás....ESTE es el mío!!!)

Efectivamente, no cabía discusión alguna otra vez y como yo había asegurado el suyo lo tenía dado en el pecho,pero bueno habíamos cobrado los dos corzos que habíamos tirado y los únicos dos que nos habían entrado.
(una alfombra de corzos de auténtico récord)
Llegamos a la casa, un cortijo precioso, mientras comemos las tapas traen los corzos al jardín, el cupo era de tres corzos por puesto, eramos 32 puestos y se cobraron un total de 43 corzos, la verdad que un exitazo de montería de corzos moriscos en “Las Piñas”, algo único en el mundo.
Ojalá se pueda repetir en un futuro!

Nicolás Rodríguez

5 comentarios:

  1. Una entrada de lo más agradable de leer. Enhorabuena a la organización y participantes en la montería, especialmente a Nicolás & su padre. Siento discrepar que el corzo no se debería cazar en montería, pero obviamente lo respeto. Que cada cual realice la gestión de su coto que considere oportuna, pero tratándose de corzos, lo que está claro es que en una montería no se puede realizar valoración alguna de la res que entra al puesto salvo que se pare y la veamos perfectamente. Pero repito, el máximo de los respetos hacia una modalidad de caza practicada desde antaño en los alcornocales.
    Saludos.

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  2. Buena manera de explicar como se ha doblado un puesto en una montería. si te pillan te denuncian seguro.
    Los corzos de las fotos no parecen muy moriscos que digamos, por que explica que es en Cádiz, que si no bien podría ser Soria.
    ¿43 corzos no son muchos corzos muertos en un día?

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    Respuestas
    1. Perdona que no haya contestado antes, pero es que acabo de leer el comentario.
      Lo primero agradezco que expongas tu opinión pero te agradecería que firmases el mensaje para (entre otras cosas) poder dirigirme a alguien.
      Ir dos personas a un puesto no es doblarlo, y la ley no lo prohibe, lo que prohíbe (y depende en qué comunidad autónoma tampoco) es llevar dos armas al puesto cuando hay mas de un ocupante y usarlas simultaneamente.

      En cuanto a la pureza de los moriscos, no se si has podido comprobar la diferencias que existen entre unos y otros, pero yo he podido ver unos cuantos ejemplares de cada...y la verdad es que no entiendo tu comentario de "no parecen muy moriscos que digamos"

      43 corzos no son muchos...son muchísimos! Y esto muestra la buena gestión que se está realizando en elgunos cotos gaditanos con las poblaciones de este ungulado.

      Un saludo,
      Alfonso Urbano López de Carrizosa (AULC)

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. Luis Esteve
      Antes que nada gracias por sus crónicas y su aportación.
      Evidentemente creo que hay bastante incultura al respecto y muchas ganas de sacar punta don de no hay.
      En mi opinión los cotos de Cadiz están haciendo unas muy buenas gestiones y la prueba evidente esta a la vista. Cada vez hay mejor calidad de corzos y en el futuro habrá unos trofeos muy importantes. De lo que me alegro enormemente.
      Sobra la caza del corzo en montería, pues la verdad no es el método que más me guste.
      Una por que es un animal que da muchas satisfacciones en la modalidad de rececho, aunque soy consciente de que en Cadiz esta modalidad raya lo imposible.
      Y la otra que carece de la potencia necesaria como otras piezas para la modalidad de Montería.

      Pero en definitiva es mi opinión.
      P.D. Han pasado 2 años desde el articulo, pero que voy hacer, lo acabo de descrubir.

      Un Saludo
      Luis E. Esteve

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