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sábado, 3 de agosto de 2013

Entre flechas y "Lanzas"

Una de las "costumbres" que gastamos en el coto es que cuando uno es capaz de retratar un corzo es quien le "bautiza". Así tenemos a SEVERIANO, EL BRONCO, BOLOVÁN, entre otros. Uno de ellos, "EL LANZAS" es el protagonista de este relato, bautizado así por un buen amigo y magnífico fotógrafo que de vez en cuando nos regala algún retrato de los candidatos que tenemos pululando por el coto.



Desde que el gusanillo del arco me picó de lleno hará casi dos años, he estado alternando rifle y arco en mis salidas tras los corzos, pero esta temporada decidí dejar el 270 en la funda pasase lo que pasase. La decisión ha acarreado cierto cachondeito entre los socios del coto. Comidilla que se acentuó tras mi lance con "JOSELITO" con fallo por mi parte...y tras mi segundo fallo a otro bonito corzo, el cachondeito fue general y dieron por "perdido" mi caso.
Pero yo sabia que antes o después alguno se tendría que equivocar, y aunque fuese por casualidad alguno se pondría donde "no debía".

El pasado viernes 26, subimos (desde el extremo sur de España) unos cuantos a intentar ver algún corcete en el celo. La misma tarde del viernes, tras 8h de coche elegí una de las sillas que tengo puestas en el coto, en donde hasta ahora no había podido ponerme. En el puesto hay una pequeña poza que aún mantenía algo de agua y me entretenía viendo entrar a beber toda clase de pajarillos incluso alguna ardilla. Distraido estaba con ellas cuando el crujido seco de una gran rama a mi derecha (casi por mi espalda) me dio un sobresalto.

De reojo y a cámara lenta adiviné la figura de un corzo que se peleaba con una rama de un pino tronchada que había en el suelo. Rápidísimo me incorporé levantando el respaldo del stand mejorando mi colocación sin hacer ni medio ruido. En cuanto el corzo salió de lo espeso lo reconocí de inmediato.
El LANZAS!! Los treinta y pocos metros que nos separaban no dejaban duda alguna. Es un corzo que como he comentado antes ya teníamos fichado y al que le calculábamos al menos dos años e incluso es posible que tres, y que portaba una cuerna pobre en longitud y puntas, lo que lo hacía un trofeo selectivo y que habría que "quitar" aunque habiendo trofeos preciosos a ver quien era en guapo que gastaba un precinto con este personaje!


Así que cuando vi que se acercaba al árbol donde estaba subido se me secó la garganta y se me dispararon las pulsaciones ante la posibilidad de finalizar el lance, lo que parecía inminente. El tronco de un pino a 30m además de darme la referencia de metros que previamente había cogido, me sirvió para abrir el arco en cuanto su cabeza se tapó mientras careaba hacia mi.

En cuanto se atraviese lo tiro...
Quince segundos, veinte... y el corzo no asoma por el otro lado del pino. Cuando pensaba destensar el arco el corzo da cuatro pasos y asoma por completo. Le tengo completamente de frente comiendo los brotes acercandose pasito a pasito....
Seguramente llevase cerca de un minuto con el arco abierto pero el corzo no se cuarteaba. Por la altura y la proximidad (menos de 25m) lo único que veía "a tiro" era la cruz del animal mientras comía...es decir imposible con el arco. Cuando llegó a los 15m algo raro notó y levantó la cabeza intentanto coger viento, momento en el que dudé si soltarle la flecha en un tiro a la desesperada al pecho.
¿100 segundos? No se cuánto tiempo llevaba el arco abierto sin duda la adrenaliza me estaba dando una dosis extra de fuerza pero las 65 libras estaban a punto ganarme el pulso...
Cuando voy a tirar el corzo arranca a paso firme y aún se me acerca más! Ya no aguanto... A cuatro metros del pie del pino en el que estaba le "lanzo un beso" (creo que si llego a silbar hubiese salido arreando de lo cerca que lo tenía) y funcionó. Paró alzando la vista con los ojos que se le salían de las órbitas mientras yo ya había soltado el latigazo.

FOCCC!!!
Todo fue a cámara rápida. La flecha le había entrado perfecta y le había atravesado entera, sin embargo debido al ángulo se frenó contra el suelo lo que hizo que se la llevara colgando por el otro lado mientras corría (sin mucho susto para mi sorpresa) unas decenas de metros antes de escuchar su caida en un apretón de monte que había a la espalda del puesto.

¡¡¡YIIIIIIIIIIIIIIIHHHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

No me lo podía creer, quería gritar, soltar todos los nervios que llevaba encerrados!!! Pero la prudencia me hizo aguantar en silencio allí arriba tiritando de los nervios mientras llamaba a María para contarle. No podía aguantar la espera y la luz caía por minutos, así que pasado un cuarto de hora me bajé con cuidado (seguía con tembleque de los nervios) a buscar la sangre en el  tiro. La zona era de pasto alto entre verde y seco, y el tiro lo tenía perfectamente marcado, pero la langre no aparecía. De modo que decidí acercarme a donde lo había escuchado desplomarse.
Tras cinco minutos de búsqueda sin encontrar nada de nada, ni siquiera sangre empezó a apoderarse de mi una sensación de ansiedad y nerviosismo, disipadas por la certeza de haber visto perfectamente el tiro bien colocado que llevaba. Vuelta a empezar una y otra vez desde el principio y ya apenas se veía. Saqué una linternilla del morral y continué con ésta buscando alguna gota de sangre que me llevara al LANZAS. Me tropecé con el.

La Rage de 100gr había hecho bien su trabajo y el LANZAS descansaba a escasos 50m del lugar del tiro. La flecha le había entrado por el codillo alto atravesándole uno de los pulmones, y haciendo sendos cortes a la enrtada y a la salida de la misma, no entiendo cómo no dió ni una gota de sangre??!!



Sensaciones encontradas, había cumplido el objetivo de la temporada, además haciendo una buena gestión ya que sin ser un buen trofeo era uno de los que había que "quitar" para que no padrease.


(la cuerna recta y afilada es la que le ha conferido ese apodo)
Los siguientes días lo intenté a rececho, viendo a partir de la tarde del sábado mucho celo, tanto que cada corza llevaba un novio a la zaga, y las carreras y persecuciones que antes solo había podido ver en video, eran un constante en cada salida.
En cada salida veía algún macho, de hecho estuve a punto de tirar uno bonito que levanté de la cama a menos de 40m, pero que despistado se me fue tapando trotineando tras su corza.

(el macho prometedor tumbado en un momento de descanso)
La última salida incluso "indulté" a un joven ejemplar al que tuve largo rato delante con su corza, y que incluso se tumbó a tomarse un descansito. Sin duda era un corzo mucho mayor que el LANZAS, pero este con un futuro prometedor.

Carlos, esa misma mañana cobró un corzo precioso. Lo que supuso la guinda para un fin de semana de corzos muy divertido entre amigos donde quien más y quien menos tuvo sus oportunidades.


A partir de ahora, no se que me acompañará en mis salidas al campo, si el Mannlicher o el PSE, perosi tuviera que apostar...Esto es un veneno!!!!


Hasta la próxima!!
A.U.L.C.