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jueves, 12 de enero de 2012

Montería en "El Fresnillo"

Aunque tenía planes para subirme hoy a Madrid, finalmente nos vamos mañana, así que in extremis me apunto al plan que Sergio me había propuesto: Nos vamos de montería a "El Fresnillo".
Talo y Nico me recogen en casa y juntos nos vamos a la venta La Cartuja, donde hemos quedado. Una vez más llegamos los primeros (hay que ver lo puntual que estoy este año) La gente empieza a llegar y pasado unos cafés y unos anises se sortea. Me toca el 6 del río. Una traviesa que divide la finca en dos.
(A Ntra. Señora de los Santos le pedimos que salga todo bien)

El puesto a priori me encanta (la zona la conozco de haber cazado en berrea hace un par de años y recuerdo haber pensado lo bonitos que serían los puestos del río) allá que voy!
Sergio pade está puesto a mi derecha en una piedra alta al otro lado de una abierta que nos separa. En el pecho de en frente, al otro lado del río y a unos 500m veo colocarse a Sergio con Piti.
 (Mi puesto con el laderón en frente donde estaba Sergio)
La suelta se produce en la abierta que me separa del Sergio padre, y al poco de producirse, salen corriendo varias reses del monte pero sin darnos opción a tirarlas. Hoy cazamos sin cupo, a excepción de los corzos (que se están cuidando con esmero en los alcornocales), tenemos orden de darle duro a lo que se presente. Es por eso que la carrera de una cierva por el mencionado llanito de mi derecha hace sobresaltarme pero es mi vecino quien le suelta un par de tiros a la carrera.
(Abierta a con el puesto de Sergio padre al fondo en la cuerda)

La montería se va desarrollando según lo previsto, es increíble la labor de los perros pues debido a lo apretado del monte tan sólo los puestos que tienen los perros delante cazando son los que hacen sonar sus armas. Los del cierre situados a mi espalda están pegando más tiros que en la guerra!! Pasado un rato veo como en la ladera de enfrente los perros se le van acercando a Sergio al que le van entrando las reses apretadas por estos. Con los prismáticos veo el lance de un venado que consigue abatir. Al poco una cierva. Mi puesto sigue sin movimiento y pocas expectativas tengo hasta la llegada de los perros. Otro bonito venado le entra a Sergio por la cuerda, y tras soltarle un par de tiros sale corriendo para intentar cortarle la huida (después me comenta que lo perdió de vista desde el puesto). "Currito", el teckel de pelo duro que más de una vez nos ha resuelto la papeleta, va con él y al llegar a donde lo ha tirado coge el rasto y Sergio lo suelta para ver si da con el venao. En ese momento comienza una "nueva montería" para los tres puestos que cerrábamos la huida por el norte de la mancha. ¡¡La que puede liar un perro tan chico en menos de una hora!!

Al rato Currito empieza a latir y aunque en un principio pensamos que se trata del venado, un par de ciervas salen del chaparral dirección al puesto de Sergio, el cual consigue hacerse con las dos. A los pocos minutos otras dos ciervas, estás toman camino del río y Sergio padre consigue matar una. Un venao baja el laderón delante de Currito con cierta dificultad, Sergio padre lo remata (más tarde confirmamos que tiene dos tiros y que era el que Sergio había pinchado).

Nada decidía romper por mi postura pero estaba echando un día de campo magnífico disfrutando de un montón de lances en directo. El ruido de un par de perros a mi espalda me pone en alerta y al poco un arreón de monte me confirma que un cochino se ha levantado a pocos metros de mí tomando dirección a la cuerda y por tanto alejándose. Una pena, pues no debía estar encamado a mas de cien metros de mi puesto!

Hace un rato que he dejado de oír a Currito y la siguiente vez que lo escucho es metido en el cauce del arroyo, se ha bajado el laderón y parece que con un latir intermitente se dirige hacia donde estoy. Mientras observo la carrera de una cierva por el laderón de en frente escucho un grito de Sergio padre: tíraloo!! a tu izquierdaaa!!
Tardo un rato en relacionar que el único vecino de Sergio soy yo y que los gritos son para mí. Rápido vistazo a mi izquierda veo parado de frente a un vareto malo a poco más de 30m. Encararme el rifle, quitar el seguro y tirar, todo es uno. Al tiro el bicho no reacciona, y al cerrojear me ve y sale a la carrera. Para colmo el rifle se me encasquilla pero acierto a sacar la bala con la mano y recargar para un par de metros antes de taparse volver a tirarlo. He visto que le he pegado en el codillo pero el vareto ni se ha inmutado. Dejo de escucharlo a la volcada de un cerrete.

¿Cómo he fallado el primer tiro?? Seré paquete??!! jejeje Vuelvo a recomponer los hechos y compruebo que un majoleto se ha interpuesto en la trayectoria de la bala a poco más de dos metros de la boca del cañón. Por otro lado si no hubiese estado el arbusto seguramente me hubiese visto el animal y no lo hubiera podido tirar...

La montería va terminando, pero una ladra sigue infatigable. Se trata del cochino que han levantado tras de mí. A estas alturas hay un perrero en mi puesto y por la emisora escucho que los perros lo tienen parado. Lo han cogido un par de veces pero se ha conseguido zafar y no son capaces de agarrarlo definitivamente. La ladra, que prácticamente ha recorrido la mancha entera, parece que vuelve sobre sus pasos, y el perrero me apremia para que me asome a la caja del arroyo. "chaval prepárate que esa vuelve para acá". Le pregunto que por qué sabe que es cochina y convencido me dice que lo ha tenido cerca y que no "apesta" y que además si hubiese sido macho ya le habría plantado cara a los perros produciéndose con seguridad un agarre. Mientras conversamos la ladra está mas y más cerca hasta que el perrero me jalea diciendo "ahí la tienes!! prepárate en el clarete entre esos acebuches" Dicho y hecho a los veinte segundos una mole de cochina cruza por donde ha vaticinado el perrero, debe estar a algo más de 100m pero no la tiro, lleva un perro pegado al rabo, y no me quiero arriesgar. El veterano perrero con una sonrisa me dice, has hecho bien, a ver si el de tu derecha tiene más suerte.  Pero más de lo mismo le sucede a Sergio y la cochina consigue salirse de la mancha con un par de perros prácticamente encima. El perrero sonriente se vuelve una vez más y me dice, "esa es una marrana de matrícula". Se ha encontrado un desmogue de venao que me regala (a ver si hago algún enrede con el).
La montería se acaba y aprovecho para acercarme a pistear el vareto. Hay mucha sangre pero no doy con el hasta al menos 50m desde el tiro. Lleva el tiro en el codillo, no sé cómo ha podido correr tanto.

Me hago un par de fotos, y en un ataque de ¿borriquismo? decido cargar el bicho para acercarlo hasta el río. Qué paliza!!! Pero al final más por cabezonería que por otra cosa consigo llevarlo hasta un carril a donde pueda llegar el coche. Aparece Sergio padre, y me pregunta que qué me pasa (llevaba una sudada importante y me faltaba el aire!) le explico que he bajado el bicho. "¿Lo has matado?! Hombre me alegro! pensábamos que se te había ido".

Ya en la casa la gente está dando cuenta de unos garbanzos con tagarninas buenísmos y nos unimos a la mesa. La gente está contando sus lances.
 (Unos buenos garbanzos con "El Picacho" de fondo)
Nico no ha tenido suerte, Talo ha matado un venao y Sergio nos cuenta que se ha puesto las botas: dos venaos y tres ciervas. Uno de los monteros comenta que ha llegado a contar hasta 52 lances diferentes y unos 140 tiros... El que estaba en la cuerda detrás mío ha pegado veintiún tiro, y a Sergio le ha sobrado una bala de la caja!! Casi todo el mundo ha tirado pero a la junta de carnes no llegan muchos animales.
 (Sergio haciendo de arriero, al fondo Piti, Currito y Talo)
Al final se nos echa la noche encima y una candela nos ameniza un poco la espera de las reses pues el termómetro está bajando en picado!.

A la junta llegan un par de cochinetes, siete ciervas, dos varetos pequeños (uno el mío), una gama y siete venaos, para hacer un total de 19 reses que está muy bien aunque la media de tiros no sea la mejor! Cómo anécdota, de los siete venaos hay dos deformes con un cuerno, uno de ellos con dos cuernos y una pequeña roseta en el testuz, curioso trofeo desde luego.

Y el vareto que he cobrado yo tiene cómo dos pequeñas puntas que le salen de la roseta ¡hacia atrás!?

Ha merecido la pena retrasar el viaje a Madrid puesto que he podido estrenar el "casillero" de reses con un bonito lance y además haciendo una buena gestión de selección.

La siguiente salvo improvisto será en Talavera, así que hasta entonces!
A.U.L.C.

6 comentarios:

  1. Tio muy chulo!!!Me ha gustado mucho crack

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  2. Sergio Navarro12/1/12, 22:58

    Muy buen relato Tintín muchas gracias!

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    1. Enhorabuena, muy bien pagada esta deuda contigo mismo.
      Ánimo.

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  3. Gracias José María, acabo de "bichear" tu blog y he quedado alucionado! Ahora mismo lo coloco en favoritos. Enhorabuena!

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  4. Nicolás Rodriguez13/1/12, 16:43

    Sí señor. Muy entretenido y muy bien escrito. Un abrazo

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