Desde que cobré el pasado Mayo el primer corzo de esta temporada había decidido dejar el rifle en su funda hasta nueva orden, para intentarlo con el arco, sin embargo este fin de semana lo he vuelto a sacar, y encima le hemos dado uso.
Ayer Viernes se nos hizo un poco tarde para intentar escaparnos al campo, así que finalmente hoy (Sábado) sobre las 6 de la tarde salimos de Madrid.
- Vamos a donde tu irías si hubieses venido solo.
- Pues entonces es una zona nueva que no conozco y que aun no hemos cazado, te parece?
- Lo que tu digas.
Dejamos el coche y preparamos los bártulos. Le explico cómo es el seguro de mi rifle y al probar el gatillo se queja de que está "durísimo". Le insisto en que tire con el pelo pero le parece demasiado "fino" así que hace varias pruebas antes de, no sin quejarse nuevamente, ponernos en marcha.
20:30h marca el reloj cuando empezamos el rececho a través de un pinar muy alto. La avena loca ha crecido esta última semana casi un metro, y en las zonas en las que abunda se hace imposible la visión a más de una veintena de metros. En una bifurcación de caminos y sin tener claro cual era el que me llevaría a las siembras elegidas, elijo el de la izquierda y continuamos recechando camino adelante.
Al jefe lo veo poco convencido con el sitio elegido, normalmente soy yo el que va a toda leche y él el que se va parando cada dos metros a mirar con los prismáticos, y hoy se han invertido los papeles. Le digo que tenga fe, que podemos ver un corzo en cualquier momento, (así lo cobré yo unas semanas atás) a lo que me responde que es imposible que en un pinar así, más seco que una mojama, pueda haber corzo alguno!
Cuando llevamos caminados un buen trecho confirmo, con el plano del móvil, mis sospechas. El desvío que había que coger era el otro!! Cada vez nos estamos alejando más de las siembras internándonos en lo más espeso del pinar. Adivinamos un camino que cruza perpendicular al que llevamos acercándonos a las siembras así que decidimos girar a la derecha para acercarnos al que era nuestro objetivo, las "famosas" siembras. La equivocación de camino sin embargo nos hace llevar el aire ahora completamente de cara, y al acercarnos a un par de charcos junto al camino con algo más de verde nos devuelve la ilusión y la concentración y examinamos cada hueco entre los esbeltos troncos a izquierda y derecha. Un ruido nos sobresalta, un zorro, quizás un tejón, desde luego no un corzo, estaba encamado en uno de los vergeles junto al camino y ha salido zumbando al sentir nuestra presencia a escasos metros.
(un sitio de "complicado rececho")
A nuestra derecha un suave desnivel con el suelo cubierto de tomillos y algún enebro salteado entre los pinos, nos invita a salirnos del camino a echar un vistazo a la volcada. Parecemos dos mimos pisando el terreno ahora a velocidad de camaleón amortiguando en la medida de lo posible el ruido de las botas sobre el manto de pinochas. Una vereda nos lleva hasta lo más alto de la colina y desde allí escudriñamos una abierta bien distinta a lo que llevábamos visto hasta el momento. Dedicamos unos minutos a los prismáticos, y cuando casi me los estoy quitando de la cara aparece en las lentes una imagen que difícilmente voy a olvidar jamás. Unos cuernos recios sobresalen por encima de un pequeño enebro que tenemos abajo nuestro. - ¡Corzazo! Susurrarlo, agacharme tirar de mi padre hacia abajo, montar el trípode es todo uno!
- ¿Donde está?
Trago saliva y con más nervios que si fuese yo el que llevaba el rifle le doy las indicaciones mientras coloco bien el trípode que con los nervios lo había puesto fatal:
- Está aquí abajo. Sólo se le ve "la leña". Está justo entre ese enebro y ese pino con el tronco torcido (le señalo con el dedo).
Nos incorporamos a cámara lenta. Ya no cojo ni los prismáticos, los 50m que nos separan no me impiden verle de nuevo la cuerna perfectamente.
- ¿Lo ves?
- No. Donde está?
- Coño jefe! Entre el enebro y el tronco torcido!
Mientras le repito las indicaciones y el jefe lo busca a través del visor, el corzo, con su característico pelaje rojizo de verano, se destapa por completo al dar varios pasos hacia adelante.
- Ahí lo tienes...Tíralo!
- Donde?!? que no lo veo!!
A mi me va a dar algo!!! el corzo de mi vida atravesado a tiro de piedra completamente ajeno a nuestra presencia...y el jefe no lo ve!!! es una broma?!?! Cojo la culata del rifle mientras lo encara el jefe y se "lo apunto". Desesperado le digo que se desencare, que a simple vista lo tiene que ver!! Si parece "una retinta" de lo grande que es coño!! Por fin, lo ve...
- Ahh, joder!! si está aquí!! Vale, vale, lo veo. Tiene tapada la cabeza con el tronco lo tiro?
- SI!!!
Yo no se si tardó más de la cuenta en apretar el gatillo porque estaba "muy duro" o simplemente a mi esos segundos se me hicieron infinitos, pero por fin con el estallido del rifle, el corzo se desploma sobre su huella al tiempo que yo pego un grito y un salto de la emoción!!
(en la foto se aprecia el enebro y el pino torcido, justo tapado por la punta izda. del trípode)
El jefe sigue algo desconcertado (la cara de la foto que le hago lo dice todo...) No podía entender cómo no había visto el corzo antes, lo achaca a que había otro tronco unos metros al a derecha del que yo le indicaba que también estaba torcido, y otro enebro...total se estaba empeñando en buscar el corzo donde no estaba.
- Jefe, si no me he equivocado en la apreciación...es el corzo más grande que has matado!
(el corzo precioso, luciendo ya el pelaje de verano)
Ansioso por ver el animal, en tres zancadas recortamos la escasa distancia que nos separaba. Al llegar es un poema ver su cara...- Joder...qué bicharraco!!! Menos más que no le he visto la cabeza, si la llego a ver...lo fallo!!
El tiro se ha ido un pelín alto, y no encuentra mejor momento para volver a reprocharme la dureza del gatillo!!! jejeje...que cabezón...no cambiará.
Nos hacemos las fotos de rigor, mientras comprobamos que el el sol sigue aún fuera y que el reloj marca las 21:20h! Dejamos el corzo mientras volvemos a por el coche, comentando la jugada. El jefe que no había parado de rajar del sitio por el que le llevaba no paraba de repetirme...una de mil!! una de mil veces que intentemos un rececho por donde me has traído hoy para que viésemos un bicho!
(visión desde done estaba el corzo y en primer plano a la derecha el famoso enebro)
Volvemos a por el corzo, lo cargamos con cuidado en el coche (tenía más garrapatas que pelos) y ponemos rumbo de vuelta a Madrid antes incluso de que anochezca. Un par de corzas nos cruzan por los carriles antes de salir a la carretera, mientras recomentamos el lance una y otra vez con la misma percepción de jefe...de mil veces una!
(foto triunfal donde no se aprecia bien el gran trofeo del animal)
Lo cierto es que los días que he recechado con el arco he visto animales, incluso me he conseguido poner a distancia de tiro de alguno, pero sin duda éste ha sido el colofón! Si llego a llevar el arco hoy...y si lo llego a tirar...y si...desde luego no creo que vuelva a tener otro corzo similar en esos metros. O si! desde luego habrá que intentarlo!! Ya he cumplido los objetivos en el coto esta temporada y ahora mi objetivo es que el resto de los socios tengan la misma suerte, así que los días que me pueda escapar, será de "white hunter" que viendo los resultados...tampoco se da mal!
Hasta entonces!
A.U.L.C.
Enhorabuena a la familia! Este año estáis sacando provecho del coto.
ResponderEliminarVerdaderamente parece una retinta, vaya cambio de pelaje.
Saludos.
Ya sabes macho!! Ahora a hacer labores de guía si os apetece que os acompañe!
ResponderEliminarUn abz
Magnífico corzo!!!!.
ResponderEliminarQue envidia me dais. (de la buena). Enhorabuena a tu padre, ya se ve que donde menos lo esperas salta la liebre.
Una abrazo.
Alfredo Arce
Se la daré de tu parte! Ya ves esto de la caza...si es que hay que ir a los sitios raros!! jejeje
EliminarUn abz
Precioso corzo! enhorabuena!
ResponderEliminarestaba leyendo el relato y parecía que era yo el que no veía ese corzazo!!
ya nos enseñarás la mandíbula pero en las fotos, y viendo las rosetas no parece muy viejo...
saludos, Pablo
Gracias Pablo! Ya subiré las fotos de la mandíbula al foro de la ACE, pero me ha sorprendido lo mismo que a ti...es posible que tenga dos años!! Increible!
EliminarUn saludo,
Alfonso
¡Enhorabuena familia!¡Gran relato y mejor corzo!
ResponderEliminarAbrazo fuerte.
Fernando Llanza.
Gracias Primo, el siguiente prometo que si llega será con arco!
Eliminarenhorabuena a los dos!
ResponderEliminar"erais como los de no me chilles que no te veo se van de caza".
muy bien escrito Tinto!
Teníamos que hacer los deberes antes de escaparnos a Albacete city!! Ya nos vemos pronto! un abz
EliminarQue buen corzo y que magnifico relato! Dale la enhorabuena a tu padre Tintin!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Tinto, una... y mil veces más... La suerte se busca, pero la intuición se nace con ella... ¡Enhorabuena otra vez a los dos!
ResponderEliminarFuerte abrazo,
Juan Rasilla