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jueves, 1 de marzo de 2012

Escapada al extranjero

Marzo ya está aquí, y aunque la temporada montera terminó prácticamente "ayer" tenemos puesto el interés en el próximo mes de Abril donde algunos de nosotros podemos disfrutar de la primavera en el campo persiguiendo al cérvido más pequeño de nuestra península, el corzo.
La oferta de su caza incluso comienza en este mes, en el caso del corzo morisco, pero también es Marzo un mes para planificar posibles salidas al extranjero. Más teniendo en cuenta las ferias de las que podemos disfrutar estos días en la capital, en la que la oferta es casi ilimitada.

Hace unos años, pocos, decidió el jefe aventurarse tras los corzos polacos, rememorando así una escapada que había hecho a Hungría en sus tiempos "de juventud". En principio mi madre iba a acompañarle, pero un par de semanas antes del viaje, no recuerdo bien por qué, mi madre se apeó del barco y a la proposición de mi padre de sustituirla, acepté encantado.

Era principios de Mayo, y la orgánica con la que íbamos, Hispalcazar, nos había dado un par de encarecidas recomendaciones: Llevar polainas de plástico para evitar empapar los pantalones al recechar por el alto pasto y algún tipo de producto para los mosquitos.

Volamos Sevilla-Varsovia, y tras un par de horas de coche dirección Este, llegamos al hotel que se situaba en medio del cazadero. Nos presentaron a los guardas que nos iban a acompañar en los recechos (eramos un grupo de 4 cazadores) y quedamos a la mañana siguiente en el desayuno del hotel.
 (rececho al amanecer del primer día) 
Apenas pegué ojo en toda la noche y ya en el desayuno me sorprendió ver que a éste llegaban el resto de la partida de cazadores con el rifle desenfundado al hombro!! jejeje Curiosa imagen ver a un puñado de tíos desayunando aun de noche en el comedor del hotel con los rifles custodiando la mesa.

Tadeo, estaba ya listo en la puerta del hotel con el coche en marcha. Nos había tocado el único guía que hablaba inglés, y aunque lo hablaba con un acentazo alemán (lo había aprendido en una fábrica de cerveza del país germano) fue decisivo para entendernos a la perfección con él.
(desde el coche se veían animales casi a cada esquina de siembra) 
 Subimos al coche y deseándonos suerte al resto de compañeros partimos. Llevábamos contratado un paquete de 5 corzos de hasta 350gr. A partir de ese peso no entraría en el paquete, y habría que pagarlo a parte. Por eso, y a pesar de mi falta de experiencia en la valoración del trofeo en gramos, tras cobrar el primero era capaz de afinar con los demás que veía en relación con éste, que habíamos calculado en 340gr.
(primer corzo cobrado tras un tiro de fortuna a la carrera)
 La primera mañana cobramos uno bonito que tras fallarlo parado a unos 100m lo hizo un taco a la carrera a casi el doble de distancia con un tiro de codillo espectacular.
(haciendo asomadas a cada esquina)
Tuvimos otra oportunidad antes de comer en un tiro muy cercano a un corzo parado que también falló, así que nos fuimos a probar el rifle para comprobar que se desviaba casi 40cm bajo a los 100m.
(entrando a un corzo con una torreta de fondo)
 Por la tarde cobramos otro bonito que tuvimos que pistear unos metros ya casi sin luz.
Así pasó también el segundo día, cobrando otros dos (uno este servidor).
 (corzo cobrado por el menda tras un lance con 7 disparos...)
El ritmo era a corzo por salida, en las que además veíamos muchos machos medianos o pequeños que descartábamos. Como además estábamos a uno de completar el cupo apurábamos en el peso para que si bien no pasara de 350 tampoco se quedase con menos de 300 ó 310gr.
(nos pareció pequeño...aunque viendo ahora la foto no lo tengo tan claro!)
Una de las tardes la pasamos en una torreta haciendo una espera, pero tan sólo vimos un par de hembras y un zorro. Además nos cayó una chupa de agua importante de la que nos libramos gracias al techo de la caseta.
(el vehículo de Tadeo, con algunos problemillas por los acelerones!)
 El tercer día vimos un corzo precioso en una colza, le hicimos una entrada con el coche y sintiéndose seguro dentro de la siembra que le tapaba hasta las orejas nos conseguimos poner a unos 50m. Sentado en la ventanilla del coche por encima del techo del mismo conseguía verle la leña. El jefe estaba dispuesto a pegarse el caprichazo con un buen corzo, y este cumplía todos los requisitos. Desde el coche no podía tirarlo, así que le animé a que se bajara e intentar de pie un mejor ángulo de visión. El corzo salió corriendo y rompió a la siembra de al lado que estaba recién nacida. No tenía donde taparse hasta un bosque cerrado a un par de kilómetros. Así que dimos media vuelta y nos pusimos a perseguir al corzo que corría por la siembra paralelo a la carretera y dirección al bosque. El lance era espectacular. El animal corría a todo lo que daba (y el coche también, jejeje) y conseguimos ponernos a su altura, así lo tuvimos al menos durante 500m en que ninguno de los dos aminoraba la marcha, el jefe incluso pensó en tirarlo en ese momento, ya que aunque íbamos a toda leche, íbamos parejos y separados a penas por una treintena de metros. Finalmente y llegando al bosque el corzo nos hizo un recorte y cruzando por detrás del coche nos sacó chispas. Tadeo llevado por la concentranción en el lance clavó frenos y por poco nos salimos de la carretera. El coche pegó un derrape que casi nos quedamos sin ruedas. Y una vez recuperada la compostura vimos como el corzo aminoraba el paso y entraba jadeante en el bosque.
(recechando al atardecer)
Conseguí cobrar esa mañana un corzo precioso que se camuflaba entre unos juncos y pretendía pasar desapercibido con su inmovilidad. El tiro no entrañaba mucha dificultad pues no estaría a más de 50m, pero tan sólo le conseguía adivinar la cabeza y el cuello a donde tiré. El jefe no estaba seguro de que el corzo mereciese la pena, a lo que le comenté, si lo que le blanqueaba eran las puntas...es un corzo precioso y sino verás...
(el corzo de las puntas blancas)
(el último corzo cobrado de la excursión)
 Al final se nos fue un poquito de las manos lo del paquete y nos tragimos de vuelta nueve corzos preciosos de los que tan sólo uno se quedó por debajo de los 300gr y de los que el grueso estaban muy afinados, entre 330 y 360gr.
(en el "protocolo" midiendo y pesando los corzos para registrarlos)
(resultado de la expedición)
No podíamos irnos de allí sin pegarnos un homenaje a base de codillo con chucrut y cerveza.

Pasamos cuatro días magníficos con buen tiempo y viendo muchos animales. La orgánica muy divertida y resolutiva, y el precio razonable (nos salió el corzo con todo incluido a poco más de 400€) así que si no fuera por que la economía anda resentida (y porque el jefe sigue con su pánico a los aviones)...es un plan para repetir!!

A.U.L.C.

2 comentarios:

  1. Gran relato Tintin!! Cada vez me gusta mas este blog, enhorabuena!

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    Respuestas
    1. Gracias Jacobo, me alegra que te guste!
      Un abz

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